Hombres Bestias y Black Lives Matter:
Las Visiones Proféticas de Lanz von Liebenfels

4,811 palabras

Traducido por Editorial Streicher [1]

English original here [2]

Jörg Lanz von Liebenfels
Ostara and the New Templars
Traducción al inglés de George Klanderud
The 55 Club, 2019

Peces de alta mar, murciélagos, clarividentes Frisones en un brumoso país, el saurio con el ojo central eléctrico en un mundo igualmente oscuro e impreciso, los sabios enanos-Nibelungos tienen una extraña y obvia conexión con los resultados de la investigación científica natural más reciente.

— Jörg Lanz von Liebenfels, Theozoology.

Los lectores asiduos sabrán que amo encontrar una oportunidad para citar algo de quizás mi libro favorito, Theozoology de Lanz von Liebenfels. ¿Y por qué no? Sólo mire aquel título, en su totalidad: Teozoología, o la Ciencia de los Simiescos Sodomitas y el Electrón Divino (Una Introducción a la Más Antigua y Moderna Cosmovisión y una Justificación de la Monarquía y la Nobleza). Teozoología es un libro que lo desafío a usted a no a citarlo.

Y hablando de citas, fíjese en el autor: el doctor Jörg Lanz von Liebenfels, nada menos. Nacido con el nombre casi cliché de Adolf Josef Lanz, cuando él elaboró su Theozoology él no sólo había adquirido un doctorado sino que también “descubrió” una conexión con el aristocrático barón Johan von Liebenfels.

Como usted podría esperar, él no era ningún erudito bíblico ordinario. Los expertos ocultistas de Weiser Books proporcionan un buen resumen de su carrera [1] [3]:

Un expulsado ex-monje, Von Liebenfels publicó sus teorías anti-judías y völkisch en una revista llamada “Ostara”, que se decía que había contado entre sus lectores a un joven Adolf Hitler, aunque el grado de su influencia sobre éste sigue siendo discutido. Su obra “Theozoölogie oder die Kunde von den Sodoms-Äfflingen und dem Götter-Elektron” fue primero publicada en 1904-1905. El trabajo se presenta como una labor de exégesis bíblica, en la cual el autor usa una amplia variedad de textos sagrados y folklore para postular una teoría de que ciertas palabras comunes en la Biblia son en realidad referencias eufemísticas a diversas y extrañas criaturas no-humanas (incluyendo a los “simiescos sodomitas” del título) que fueron los segundos Adamitas, creados del polvo en el libro del Génesis capítulo 2, a diferencia de los humanos verdaderos, que solo ellos fueron dotados con el “Electrón Divino” y creados a la propia imagen de Dios. Desde allí Von Liebenfels desciende rápidamente hacia las profundidades de la teoría racial, exponiendo que sólo los arios representaban a la verdadera Humanidad, y que las razas más oscuras eran el resultado degenerado del cruzamiento con las criaturas no-humanas de Génesis cap. 2. Tristemente, la mayor parte de lo que sigue es bastante previsible: una llamada a la esterilización de las “razas inferiores”, la elevación de la “raza aria”, y el oprobio para aquellos culpables de mestizaje. El trabajo fue de algún significado en el pensamiento ocultista NS, y Nicholas Goodrick-Clarke le dedica varias páginas en su importante estudio “Las Raíces Ocultistas del Nacionalsocialismo”.

En efecto, el fallecido (y bien intencionado) doctor Goodrick-Clarke fue la fuente en la cual yo (y supongo que al igual que muchos otros) hice el feliz descubrimiento del doctor [?] Lanz [¿von Liebenfels?]; éste es sólo uno de diversos excéntricos olvidados que componían el grupo de expertos sobre Ariosofía.

Lo que separa a Lanz de figuras similares posteriores, como Erich Anton Paul von Däniken [2] [4], o Joseph Farrell [3] [5], es que a diferencia de estos autodidactas, Lanz presenta toda la evidencia de una educación profunda y amplia en las disciplinas relevantes, en la vieja y buena tradición académica alemana. (Estos autores, por supuesto, tampoco hablan de la necesidad del exterminio de masas ni de la vuelta de nuestras mujeres a harenes para contrarrestar su deseo insaciable de sexo con monos).

En efecto, aunque, tal como con su título de nobleza, ha habido algún cuestionamiento sobre su doctorado, no puede ser negado que él recibió una cuidadosa educación en lenguas bíblicas, historia, arqueología, y varias ciencias en el distinguido monasterio cisterciense en Heiligenkreuz, durante cuyo tiempo él publicaba ya en diarios estudiantiles, e incluso después de dejar el monasterio en 1899 (con los habituales informes de “él dijo, ellos dijeron”, ¿fue él “seducido por las mentiras del mundo”, o estaban ellos traicionando la estricta disciplina de Benedicto?), él colaboró con muchos renombrados eruditos bíblicos, católicos, luteranos y, extrañamente, considerando las doctrinas en desarrollo de él, judíos.

Goodrick-Clarke cita varias obras de Lanz, pero la única fácilmente disponible en inglés era su Theozoology, un importante folleto que apareció en 1905. En cuanto a Ostara, no parece siquiera haber acuerdo acerca de cuántas ediciones fueron publicadas (entre 95 y 115, probablemente 101, a partir de 1905 hasta 1930, sugiere la Introducción), e incluso la Internet no ha ayudado mucho; como la Introducción observa, “cualquier vieja copia es además antigua y a veces difícil de leer, y mucho más de traducir. ¡No es una tarea fácil traducir una fotocopia vieja y borrosa escrita en letra Fraktur!”. Desafortunadamente, no tenemos tanta suerte como el Tío Adolf, quien, dice la leyenda, recibió gratis algunas ediciones atrasadas de manos del propio Lanz, el cual se compadeció del pequeño vagabundo que estaba tan interesado en el “Reich de los rubios” (Das Reich der Blonden) de mil años predicho por Lanz [4] [6].

¡Imagine mi placer al descubrir esta antología! Los editores nos han dado aproximadamente 300 páginas del trabajo de Lanz, ordenadas cronológicamente, que cubren todas sus áreas de interés. Hay documentos acerca de la fundación de su Orden de los Nuevos Templarios (ONT) en 1900, cuatro ediciones completas de Ostara (“Kristianismo Ario”, “El Santo Grial”, “Misticismo Racial”, y la edición inaugural, “El Reich de los Rubios”), su traducción de Salmos 1:25 (“Los Salmos Teutónicos”), su Teozoología, por supuesto, en una nueva traducción, junto con dos otros de sus estudios “Bibeldokumente” [Documentos Bíblicos] acerca de lo que podría ser llamado “bestialismo bíblico”, y su último ensayo, de 1950, “Coincidencia o Destino”.

La idea básica de Lanz, perseguida implacablemente a través de todo, desde bajorrelieves babilónicos a fósiles criptozoológicos y teorías modernas de electricidad y bioquímica, es simple hasta el punto de la monomanía [5] [7]. “El hombre-dios dotado con poderes divinos mágicos” es el ario del Norte; al Sur y al Este pertenecen las “antiguas criaturas bestiales (los no-arios)”. Los hombres-dioses tenían numerosos poderes psíquicos, sobre todo eléctricos, que están inactivos ahora en el hombre moderno, degenerativo. Esa Caída del Hombre fue ocasionada por el deseo de relaciones sexuales con las criaturas bestiales, lo que resultó en las diversas razas no-arias, la más inteligente de las cuales es la de los judíos.

Como muchos hoy, Lanz creía que la Biblia tenía un código, que él era capaz de descifrar. Varias palabras aparentemente comunes eran palabras en código: las “piedras” eran monos, la “crucifixión” era la violación sodomítica, etcétera. “La raza y el espíritu son inseparables”, y así la Biblia es realmente la historia del mestizaje ario, una advertencia contra ello, y una profecía de que el retorno de la Edad de Oro puede ocurrir, pero sólo por medio de prácticas eugenésicas estrictas (y el genocidio de los híbridos humano-simios, por supuesto). La vida de Cristo es una alegoría de ese proceso; él representa “el heroico hombre-dios ario crucificado sobre la inferior naturaleza animal del mundo que espera una resurrección”.

Tal como ocurre con las obras de tantos excluídos de la ciencia, este simple resumen no puede explicar la fascinación ejercida sobre los lectores desde la Viena de antes de la guerra (Lanz afirmó tener una circulación de ¡alrededor de 100.000 ejemplares de su revista!) hasta hoy; eso sólo puede ser explicado por los propios escritos de Lanz, donde suena una voz realmente única. Aquí está quizás mi pasaje favorito de Teozoología, que he citado en varios ensayos y reseñas:

Los una vez paradisíacos campos son completamente explotados y saqueados como un campo de trigo en el cual una horda de monos ladrones ha tomado residencia. Nuestros cuerpos están infectados por una sarna que a pesar de toda clase de jabones permanece udumu-izada, pagutu-izada y baziat-izada [es decir, adquirió el ADN de diversos antiguos hombres-bestias]. Nunca la vida humana ha sido tan miserable como lo es hoy, a pesar de todos sus progresos técnicos. Diabólicas bestias humanas nos oprimen desde arriba, matando a millones de personas en guerras inescrupulosamente sanguinarias, emprendidas para el enriquecimiento de sus monederos personales. Salvajes bestias humanas socavan desde abajo los pilares de la cultura… ¡¿Qué quiere usted con el Infierno en el Más Allá?! ¿No es en el que vivimos ahora, y en el cual nos estamos quemando ahora, bastante terrible?

En vez de intentar resumir y criticar todas las ramificaciones de las ideas de Lanz, como están recolectadas en esta edición, permítame sólo notar algunos pasajes que sugieren por qué, más de cien años después, usted puede encontrar algo de ello todavía sorprendentemente moderno y que hace pensar.

Las teorías raciales de Lanz son bastante familiares, derivándose (aparte de su experiencia de “iluminación” al descubrir una vieja talla de piedra de un Caballero templario sometiendo a una criatura bestial, durante su noviciado en Heiligenkreuz) de Blavatsky [6] [8], e influyendo (muchos dicen) a Hitler y otros; sin embargo, es notable que a pesar de todo su hablar de higiene racial y de los especialmente criados pigmeos para el “amor” (Buhlzwerge), que parecen haber sido el interés principal de civilizaciones antiguas, su definición de “raza” se parece a la de Évola [7] [9] más bien que a lo que Trotsky llamó “zoología humana” de los nacionalsocialistas. Aquí está, de la primera edición de Ostara, “El Reich de los Rubios”:

Defino, en consecuencia, “raza” como sigue: el complejo de todas las características físicas, mentales y espirituales heredables de un ser humano. El término “raza” es por lo tanto un concepto puramente antropológico.

Las esperanzas de Évola serían rotas, sin embargo, por la conclusión inmediata de Lanz, que antecede a algunas discusiones bastante divisivas entre la Derecha Disidente hoy:

La palabra “ario”, en particular, ha causado una gran confusión en el campo de la ciencia racial… [Ella posee] un sentido simplemente filológico o etnológico; es por lo tanto… para ser evitada como engañosa, porque los italianos de hoy, los griegos, armenios, persas, e indios, todos hablan una lengua aria, pero ellos ya no pertenecen a la misma raza de la gran mayoría de hombres que hablan los idiomas igualmente arios de los franceses del Norte, alemanes, anglosajones y escandinavos.

Una vez más, los negroides comienzan en Calais (Norte de Francia, próximo a Inglaterra) [8] [10]. Por esa razón, Lanz prefiere usar el término “ario heroico”. Pero más bien que entrar en ese problemático asunto ahora, me gustaría citar sólo algunos pasajes que sugieren que Lanz puede tener algunas percepciones útiles para nosotros hoy.

Al hablar de las cinco razas del Hombre, Lanz nota que el ario «él solo es el hombre “social”».

Un Estado que no cultiva a este hombre superior o, como la mayoría de los Estados de “cultura” moderna, incluso rutinariamente lo erradica a favor de multitudes de chandalas racialmente inferiores, desempleados, antisociales y puramente parásitos, colapsa irremediablemente.

Por contraste, la raza mediterránea (que los editores interpretan como los “semitas”), aunque física y psicológicamente más cercana al ario, es “demasiado débil para el trabajo manual” y “de baja inteligencia, puramente reproductiva y no mentalmente productiva”. Por consiguiente,

Ellos son la raza de desgarbados abogados, literatos y talmudistas, comerciantes y mercaderes, oradores, actores, los súper activos revolucionarios y agitadores. Ellos son nerviosos e impacientes, y un fermento de agitación para cada pueblo; ellos son los audaces apostadores, los agentes de bolsa y especuladores [9] [11]… estafadores y defraudadores natos, su única “invención” es la así llamada “democracia” y el “socialismo”, una cosmovisión que hace del robo y el saqueo de la heroica raza aria rubia un sistema político, económico y ético… Y sí, ellos casi pueden ser llamados la raza de comerciantes de esclavos [10] [12] y de muchachas [11] [13].

Eso suena bastante contemporáneo, incluso hasta el comercio de esclavos (aunque nunca mencionado por Black Lives Matter, BLM) y el comercio de muchachas (Epstein y Weinstein). Yo también notaría que la “inteligencia puramente reproductiva”, junto con el ario como la única raza constructora de Estados, me recuerda mi propia tesis —de acuerdo con una tradición que se remonta a Sócrates— de que el foco de los semitas —incluso la obsesión— con la reproducción física es exactamente lo que les ha impedido crear un Estado y una cultura propios durante miles de años [12] [14].

Pero todavía hay una amenaza mayor: ¡el Peligro Amarillo! La arrogante raza mongoliana es también de inteligencia puramente reproductiva, pero físicamente poderosa y fácil de organizar, así como enorme en población: ¡dos tercios de todos los pueblos! Por consiguiente, «las principales catástrofes humanas y culturales, desde el colapso de las antiguas culturas del Cercano Oriente [hasta] la inundación bolchevique de tiempos recientes, son obra de esta raza hostil hacia la cultura y ciegamente destructiva».

Los que están organizando eso son por supuesto los semitas: «los gorilas soviéticos judíos en Rusia basaron su dominación principalmente en los guardias terroristas chinos y coreanos…. “¡Los rubios son demasiado suaves!”».

Por contraste, la raza negra es “naturalmente inerte y perezosa”, aunque con audición y visión “bien desarrolladas”. Ellos son “convenientes para el trabajo liviano en climas cálidos, p. ej., su uso en plantaciones de algodón”. Lo que es más importante, “A causa de su baja inteligencia y su relativa minoría, ellos son cultural y políticamente menos dañinos”.

Lanz posteriormente se referirá de paso a los eslavos como una “horda de hombres-monos”.

Por otra parte, Lanz parece haber juzgado muy mal a la raza negra, al menos en términos de cuán “cultural y políticamente dañinos” ellos podrían ser, una vez “organizados” por los semitas, como vemos en Estados Unidos, desde la fundación de la NAACP (National Association for the Advancement of Colored People) a los disturbios de BLM hoy. Aquellos simios que socavan los pilares de la cultura, ¿no los vemos cada noche?

También de importancia contemporánea —en cuanto a cuestiones de culpa y reparaciones por esclavitud e inmigración de masas— es la interpretación que hace Lanz de la respuesta de Jesús a la pregunta del fariseo sobre cuál era el mayor mandamiento:

Dios no es amado y servido en costumbres externas, rezos y ayunos, sino más bien amando sexualmente al “prójimo” de él [de Jesús], es decir, a un humano cercano al propio tipo de él. El amor fraternal en el sentido que lo usamos nosotros es desconocido en la Biblia.

Las reparaciones son debidas al hombre Blanco, no al negro:

La cultura es imposible sin la esclavitud… La calidad cerebral que la noble raza del Hombre —sobre todo, los germánicos— dio a la Humanidad debe ahora ser retribuída como “interés” cerebral por aquellos de menor valor en la forma de trabajo manual.

En cuanto al Papa:

Toda la cháchara sobre el amor fraternal es sólo un conjurado truco de palabras. Como si gracias a mil documentos no supiéramos que los Papas, los obispos y los abades han vendido e intercambiado a sus esclavos como mercancía. Si la Iglesia toleró la esclavitud, ¿qué deberíamos ser nosotros: más papistas que el Papa?.

En suma:

¡Fuera con el falso y suicida amor fraternal! que fue inventado por los simiescos sodomitas y sus pastores a fin de estrangularnos, tal como Rusia convocó el Congreso de Paz a fin de someter el Este de Asia “en paz y en tranquilidad”.

Lanz brevemente menciona una quinta raza “primitiva y cruzada”, que comprende a campesinos en los “márgenes culturales”; supongo que es ahí donde Évola y los otros modernos “italianos” serían colocados.

Y luego está el asunto de las mujeres.

Las mujeres sólo pueden compensar el pecado de Eva por medio del amor razonable, carente de la naturaleza del mono (1 Timoteo 2:15). La mujer se entregó a más lujuria sodomita, por lo tanto ella debe sufrir más hoy, sobre todo a manos de los hijos de los amantes sodomitas de su madre.

Prefigurando la masculinósfera (manosphere) de hoy, Lanz exige que «la completamente extraña preferencia [de las mujeres] por hombres parecidos a sátiros —los llamados “hombres interesantes”— debiera ser impedida tanto como sea posible». Los varones, sin embargo, también serán llamados a cumplir su deber; la natural selectividad del varón ario «debe ser además desarrollada y expandida de un modo sistemático, de modo que los maridos sólo sean fuertes con sus propias mujeres, y con todas las otras mujeres ellos serán impotentes en el sentido literal».

Al mismo tiempo, debemos “combatir intensamente contra la intrusión de las mujeres en la vida pública”.

El resultado último de esos esfuerzos sería… unilaterales derechos de las mujeres, que convertirían el mundo en un burdel en el cual todo gira alrededor de penes y vulvas en una estúpida y absurda orgía de sátiros, mientras la esposa apropiada, la leal madre de la casa, y la fuerte y sana tropa de niños serán despiadadamente expulsados del casto y legítimo hogar.

Nadie además de aquellas mujeres con sus lascivas naturalezas similares a las de los simios destruyó las culturas de la Antigüedad, y ellas echarán abajo nuestra cultura también si los hombres no se detienen y piensan pronto.

¿Extremo? ¿Provocativo? En efecto. Sin embargo, cuando vemos en los medios de comunicación de hoy las muchedumbres de BLM compuestas casi completamente por varones negros y mujeres blancas, la multitud de mujeres blancas que orgullosamente sostienen pancartas que dicen “Bienvenidos Inmigrantes”, las exhibicionistas de TikTok y las prostitutas de OnlyFans que se publicitan para espectadores negros, y la multitud de alcaldesas y Gobernadoras y Primeras Ministras que están imponiendo restricciones cada vez mayores “por causa del virus”… uno no puede disentir abiertamente sino concordar o relativizar.

Volvamos ahora al lado religioso de la religión racial de Lanz, el Kristianismo.

Como alguien cuya reseña del folleto At Your Command (1939) de Neville Goddard [13] [15] ha sido citada como presentando pruebas de que el libro de Goddard “se lee como una guía de bolsillo para fascistas”, fui particularmente sorprendido por pasajes de Lanz que en efecto parecen sonar como a Goddard [más conocido simplemente como Neville].

Reflexionando sobre la “fuente inagotable de inspiración” a ser encontrada en el Libro de los Salmos, Lanz insiste en que:

Eso sería impensable e imposible si uno fuera a traducir e interpretar la Biblia sólo como la historia de los pocos y miserables judíos y sus reyes y antepasados [o] como sólo la historia privada del rey judío David, que era sólo un rey como miles de otros reyes… [El] contenido del libro no habla simplemente de un tiempo y lugar específicos sino de una ley racial y un misticismo racial que abarca épocas. Porque no son los locales relatos históricos de la Biblia y los Salmos los que tienen un valor superior y durable, sino su contenido ariosófico, ético y esotérico.

Del mismo modo, Neville declaró, sin rodeos, y repetidas veces:

La Biblia no tiene ninguna referencia en absoluto a alguna persona que alguna vez haya existido, o a algún acontecimiento que alguna vez haya ocurrido sobre la Tierra. Los autores de la Biblia no estaban escribiendo Historia; ellos escribían un gran drama de la mente que ellos disfrazaron con el traje tradicional de la Historia, y luego lo adaptaron a la capacidad limitada de las masas faltas de sentido crítico e irreflexivas.

La diferencia entre la forma de la Biblia y su sustancia es tan grande como la diferencia que existe entre un grano de maíz y el germen de vida dentro de aquel grano. Así como nuestros órganos asimilativos discriminan entre el alimento que puede ser incorporado en nuestro sistema y la comida que debe ser desechada, así nuestras despertadas facultades intuitivas descubren bajo las alegorías y las parábolas el germen de vida psicológico de la Biblia; y, alimentándonos de eso, también, dejamos fuera la forma que comunicó el mensaje [14] [16].

Para ambos, la Biblia es una alegoría cifrada, que cuenta la historia de cómo cada uno de nosotros ha emmpeorado desde una conciencia de los enormes poderes (imaginación creativa o clarividencia basada en el electrón) que nosotros (o nuestra raza) una vez poseímos; y con procedimientos adecuados (entrenando la imaginación, o la higiene racial), podemos recobrarlos. Por supuesto, aunque ellos deduzcan contenidos esotéricos bastante diferentes, pienso que Lanz apreciaría la metáfora gástrica de Neville.

En cualquier caso, el cristianismo (o kristianismo) esotérico de Lanz contenía más que higiene racial. Por ejemplo, en Ostara Nº 78, “Misticismo Racial: Una Introducción a las Enseñanzas Secretas del Cristianismo Ario”, encontramos esto:

El secreto de los increíbles éxitos de los estadounidenses, ingleses y judíos en los negocios y las finanzas [es] en parte debido a su mal uso de la antigua fórmula para la victoria: una parte plegarias deliberadas, profundas y contemplativas, combinado con una parte de enfoque intenso de la voluntad, y combinado con una parte de auto-sugestión y sugestión de otros [15] [17].

¡Una verdadera fórmula para el éxito! Y, sorprendentemente, es como el método de Neville: una concentración intensa en una escena imaginaria que implica el éxito del propio deseo, que él consideraba que era el verdadero método del rezar:

Primero, clarifique un deseo sincero y profundamente sentido. Segundo, entre en un estado de relajada inmovilidad, que linde con el sueño. Tercero, decrete una escena mental que contenga la presunción y el sentimiento de su deseo realizado. Imagine ese pequeño drama repetidas veces en su mente hasta que experimente una sensación de realización. Luego reanude su vida. Las pruebas de su logro se desplegarán en el momento adecuado en su experiencia externa [16] [18].

Estrechamente vinculada al uso del método, como reconoció Colin Wilson, hay una creciente sensibilidad frente a la importancia de las así llamadas “coincidencias” [17] [19].

Aquí está Lanz en 1950, alrededor de la misma época en que Jung luchaba para formular un principio no (físicamente) causal que él denominó “sincronicidad”:

Hay un modo específico de recibir los mensajes que emanan de esos espíritus del cosmos portadores de la luz, que es más seguro y más confiable que cualquiera de los métodos “espiritualistas” ordinarios de recibir información… Las declaraciones e informaciones de las que estoy hablando aquí son los mensajes que la coincidencia [sincronicidad] y el destino cada día otorgan sobre cada uno de nosotros. Sólo tenemos que poner mucha atención a nuestras pequeñas experiencias individuales, y reconocer cualquier supuesta “coincidencia”, sobre todo en cuanto a números, tiempos, sitios, nombres y cosas, y con regularidad tomar nota de ello. Cuando prestamos una atención específica a esos detalles, entonces no sólo nos maravillaremos sin que realmente experimentaremos por nosotros mismos que el cosmos NO está simplemente formado por fuerzas elementales arbitrarias, ciegas, irreflexivas e insensibles, sino que en cambio está compuesto de aquellas fuerzas de la Naturaleza que son a la vez sulfúreas y demoníacas, e inteligentes y espirituales, y que decidieron hablarnos por medio de sus cometidos divinos llenos de sabiduría.

Y eso me recordó algo que yo había visto antes, en su relato de 1942 de “La Fundación de la Orden [de los Nuevos Templarios]”:

A fin de ver, uno debe primero abrir los ojos, y, sobre todo, uno debe QUERER ver la luz. Así, es sólo por el deseo de ver que uno puede ser realmente capaz de ver. Fue entonces que el pensamiento se me ocurrió: esa experiencia en la iglesia de la peregrinación [en la Baja Austria en 1900] no fue una simple coincidencia: fue en realidad una señal.

Aquello proporcionó a la vida de él, a su trabajo, y a esta antología que comentamos, una agradable finalidad circular.

Hay que agradecer a los desconocidos editores por reunir esta antología de Lanz von Liebenfels. Independientemente de lo que uno piense de las ideas de él, Lanz fue una importante figura en el fermento intelectual que condujo hasta la toma nacionalsocialista del poder, y espero que el material citado entregue una noción de cuánto disfrute hay en leerlo. ¿Tiene él algo que enseñarnos hoy? ¡Sea usted el juez!

En la lucha contra los simios de Sodoma, cada uno debe comenzar consigo mismo, especialmente al elegir una esposa; entonces ellos pueden combatir a los simios alrededor de ellos. La Victoria debe ser y será nuestra, porque las antiguas profecías divinas hablan por nosotros. Entre nuestros enemigos está el simio; en nosotros y por nosotros está Dios, el omnisciente y todopoderoso ser primordial. Porque cada vez que la raza superior sufrió la muerte racial, en un Estado dado, luego vino el Crepúsculo de los Dioses y, con él, el dominio de los mundanos y el gobierno de los estados inferiores de agitación y revolución.

— Lanz von Liebenfels

Notas

[1] [20] https://www.weiserantiquarian.com/pages/books/59674/proto-nazi-occultism-jorg-lanz-von-liebenfels-translated-for-the-ont-study-group-fam-viktor-br/theozoology-or-the-science-of-the-sodomite-apelings-and-the-divine-electron-an-introduction-to-the?soldItem=true [21]

[2] [22] De manera interesante, según Wikipedia, el escritor fantasma de Recuerdos del Futuro (Erinnerungen an die Zukunft, en inglés Chariots of the Gods) fue Utz Utermann, que usó el seudónimo de Wilhelm Roggersdorf. Utermann era un antiguo Schriftleiter [director de redacción] del periódico NS oficial Völkischer Beobachter, y había sido un escritor NS de grandes ventas.

[3] [23] El doctorado en Patrística obtenido por Farrell en Oxford es impresionante, pero apenas relevante para la Ovnilogía NS. Irónicamente, eso haría de él, sin embargo, un colega digno de Lanz.

[4] [24] El propio Hitler despreciaba la letra Fraktur, considerándola de aspecto “judío” y como una causa para que el alemán fuera aislado de la Europa moderna; finalmente él la prohibió. [https://en.wikipedia.org/wiki/Antiqua%E2%80%93Fraktur_dispute [25]]

[5] [26] “Por audaz que pueda sonar lo que estoy presentando, está sin embargo formulado a partir de fuentes históricas completamente confiables según métodos estrictamente científicos, y será confirmado del modo más asombroso por los últimos descubrimientos de las ciencias naturales y antiguos hallazgos de los historiadores del arte” (Lanz, Theozoology).

[6] [27] “Cuando Helena Blavatsky escribió su brillante obra Antropogénesis [la versión en alemán de los dos volúmenes de La Doctrina Secreta], ella se adelantó en antropología en una generación entera a su época y a sus contemporáneos. Sólo hoy la investigación antropológica reciente ha sacado a la luz con certeza completa hallazgos que son sorprendentemente idénticos a aquellos de esta entusiasta teósofa”, dice el inicio de “La Teosofía y los Hombres-Bestias Asirios, en Relación a los Últimos Resultados de la Investigación Antropológica” [de Lanz von Liebenfels]. En su Theozoology, después de demostrar para su propia satisfacción que los cuatro antiguos elementos —tierra, aire, fuego y agua— se refieren a bestias sodomíticas, él exclama: “Hemos arrancado el velo de los elementos de los Antiguos; ahora el camino de Dios está abierto para nosotros!”, aludiendo quizás a la obra “Isis Sin Velo” de Blavatsky.

[7] [28] https://www.counter-currents.com/2013/10/the-races-of-the-spirit/ [29]

[8] [30] https://www.counter-currents.com/2017/11/evelyn-waugh-black-mischief/ [31]

[9] [32] https://www.theoccidentalobserver.net/2015/03/06/jews-and-moneylending-a-contemporary-case-file-part-1-of-3/ [33]

[10] [34] https://noirg.org/articles/joy-behar-unwittingly-exposes-jewish-slave-trading/ [35]

[11] [36] https://noirg.org/articles/dershowitz-epstein-sex-deal-has-deep-jewish-roots/ [37]

[12] [38] Véase de este autor [James J. O’Meara] The Homo & the Negro: Masculinist Meditations on Politics & Popular Culture, 2ª ed., San Francisco, 2017. Lanz dice en Theozoology: “La restricción de la permisividad sexual es ventajosa en hombres espirituales. A uno se le da la capacidad de generar niños hermosos y buenos; a otro, de crear obras espirituales inmortales”. Laurent Guyénot dice:

«En la antropología bíblica, no hay ninguna otra inmortalidad para un hombre que a través de su descendencia masculina… Todas las historias [de la Biblia] son bastante consecuentes en su representación de las mujeres y la sexualidad. Las mujeres tienen dos funciones: esclavas sexuales si ellas son no-judías, y compañeras reproductivas si son judías… La ausencia de idealismo en la relación de amor en la tradición hebrea ha tenido una influencia profunda sobre la mente judía. La razón principal de por qué el romanticismo es extraño a la cultura judía es que no puede haber ninguna concepción realmente romántica del amor sin la fe en la inmortalidad del alma, y la antropología judía es fundamentalmente materialista. Por lo tanto no es ninguna sorpresa que el romanticismo haya sido considerado con desprecio por la mayoría de los intelectuales judíos. Moses Hess lo consideraba “decadente”, prefiriendo novelas judías, ya que “sólo los judíos tenían el sentido común para subordinar el amor sexual al amor maternal”. [¡El neoconservador y sus sermones sobre “valores de familia”!]. Él admite, sin embargo, que los escritores judíos son perfectamente capaces de imitar el romanticismo, tal como cualquier otra cosa»

Guyénot, “The Crucifixion of the Goddess: The Rise and Fall of Western Romanticism.”

https://www.unz.com/article/the-crucifixion-of-the-goddess [39]

[13] [40] https://counter-currents.com/2016/12/lord-kek-commands-a-look-at-the-origins-of-meme-magic/ [41]

[14] [42] Neville Goddard, Lección Uno de Five Lessons: A Master Class, 1948; reeditado con un añadido ensayo de Mitch Horowitz, Nueva York, 2018.

[15] [43] Es interesante notar que Neville era de Barbados (de ahí que fuese un súbdito británico), de una familia mercante cuyo éxito —hasta hoy, las Goddard Entreprises son el conglomerado más grande del Caribe— él con frecuencia atribuyó al uso de su método imaginal. Después de ser enrolado en el ejército en 1942, él habla de usar su método para obtener que lo dieran de baja de manera honorable, y conseguir así la ciudadanía estadounidense; finalmente, él aprendió su método mientras estudiaba la Kábala bajo un hombre misterioso que él llamó “un rabino etíope negro”, siendo aquél así ¡estadounidense, inglés y judío!

[16] [44] El resumen de Horowitz, de Five Lessons, op. cit.: “Por eso os aseguro que todo lo que pidáis en oración, si ponéis vuestra fe en que habéis de recibirlo, lo recibiréis” (Marcos 11:24).

[17] [45] «Ahora, yo sostendría que nuestro poder natural de intencionalidad puede crear efectos visibles. Por ejemplo, creo que eso es responsable de lo que Jung llama “sincronicidad”. Noto que cuando comienzo a concentrarme en la idea de sincronicidad, comienzan a ocurrir raras sincronicidades…».