Porque el Holocausto Pasó, y Porque no pasará de nuevo

Holocaust-memorial-usti-nad-labem [1]1,205 words

English original here [2]

Como no-judío, hay muchos países en los cuales no me encuentro libre de cuestionar los hechos del Holocausto o incluso ofrecer una definición de lo que fue. Afortunadamente, el propósito de crear patrias blancas, no lo necesita.

Para nada soy un historiador, mucho menos un revisionista histórico (aunque apoyo la libertad de los mismos). Soy un filósofo por entrenamiento, y mi enfoque es la Nueva Derecha y su metapolítica, la cual significa establecer las precondiciones intelectuales y culturales para la política Nacionalista Blanca. Y, como he argumentado en mi ensayo “Lidiando con el Holocausto” [3], lo que sea que haya pasado con los judíos en la Segunda Guerra Mundial no impide la defensa del etnonacionalismo blanco en lo más mínimo. Efectivamente, argumentaré aquí:

  1. La “lección del Holocausto” de que los judíos solemnemente evocan cuando quieren la más mínima ventaja financiera o política, no es consecuente con la definición del Holocausto como es definida por los judíos.
  2. La lección del Holocausto como la definen los judíos apoya más bien que impide la defensa del Nacionalismo Blanco.

De acuerdo con los judíos, la lección del Holocausto es que el etnocentrismo y el nacionalismo lleva inevitablemente al genocidio contra aquellos que son “diferentes”, y en consecuencia, necesitamos suprimir el etnocentrismo y el nacionalismo y abrazar el multiculturalismo y el globalismo, incluyendo la mezcla racial y las fronteras abiertas. Cada vez que los blancos muestran la más mínima afirmación étnica y nacional, el espectro del Holocausto es puesta en trote para ubicarnos en nuestro lugar.

Está implícito, por supuesto, que el Holocausto podría caer sobre cualquiera que es “diferente”. Por ejemplo, el meme de arriba es ahora insertado en la discusión sobre la exclusión de los musulmanes de los países blancos. Y es verdad que cualquier pueblo puede ser víctima del genocidio. Por ejemplo, como he argumentado en otro lado [4], los blancos hoy son víctimas de un lento y sistemático genocidio.

La propaganda judía del holocausto hace énfasis en la universalidad de la amenaza genocida para construir una coalición de gente que están contra “otro Holocausto”. Pero el único Holocausto que tales campañas por el cual están trabajando activamente es aquel otro contra los judíos. Puesto que, si cada pueblo puede ser víctima de genocidio, entonces cada pueblo debería tener su derecho a protegerse a sí mismo: diferenciarse y defenderse de los otros que pueden destruirlos.

Pero la amenaza de “otro holocausto” es desplegada precisamente para prevenir a los no-judíos de elevar barreras políticas e intelectuales al genocidio. Es desplegado precisamente para reforzar el multiculturalismo y la globalización, el cual desmantela todas las barreras intelectuales y políticas previniendo a los europeos de ser demográficamente desplazados por extranjeros de rápida reproducción.

La única gente que se encuentra libre de levantar barreras frente “otro holocausto” son los judíos.

  1. Los judíos han creado un Estado supremacista-judío, Israel, el cual se encuentra dedicado a la supervivencia judía a lo largo del mundo.
  2. Israel tiene una montaña de armas ilegales de índole nuclear, biológica y química, suficiente para disuadir cualquier ataque y para chantajear a otros países en hacer lo que ellos quieren.
  3. Los judíos rigurosamente controlan las fronteras de Israel para prevenir inmigración no deseada, así como subyugan y exprimen a la población indígena no judía.
  4. Ya sea que en Israel o en la Diáspora, los judíos promueven un fuerte sentido de “nosotros” contra “ellos”, el cual es constantemente reforzado por su educación, tanto secular como religiosa, y la cultura popular.
  5. Finalmente, los judíos son altamente sensitivos en prevenir las amenazas a su supervivencia biológica a largo plazo, incluyendo el mestizaje, la disgenesia, y la baja fertilidad.

Los judíos son una pequeña nación con una tendencia hacia la baja fertilidad y gran inversión parental (la estrategia K). Todas las poblaciones así son vulnerables a el reemplazo demográfico por gente más fértil y menos civilizada.

Sin embargo, rutinariamente los judíos afirman que se enfrentan a “otro Holocausto” siempre que los blancos les dicen que “no” al Estado Judío o cuando sea que el antisemitismo muestra una pequeña pizca. Esto es altamente ridículo, porque de una población completamente baja, los pueblos de hoy con altas estrategias K, los judíos son los menos amenazados por “otro Holocausto”. [5] Es también moralmente obsceno cuando los judíos, que no están en peligro de genocidio, usan el espectro de “otro Holocausto” contra los blancos, que son actualmente víctimas de un lento genocidio.

En pocas palabras, la “lección del Holocausto” promovida por los judíos es pura hipocresía auto-servida, otro doble estándar “vive y deja morir”: etnocentrismo para los judíos y no para nosotros, muros para Israel y fronteras abiertas para nosotros. La gente que se encuentra más amenazada por el genocidio necesita abrazar el multiculturalismo y las fronteras abiertas, mientras que la gente menos amenazada por el genocidio puede vivir y viajar y hacer enemigos donde quieran, seguros en el conocimiento de que tienen un etnoestado con un arsenal nuclear como su protector y refugio. Es un disgusto moral y una estafa moral, nada más.

¿Cuál es, entonces, la verdadera lección del Holocausto? La respuesta es esta, primero necesitamos saber porque pasó el Holocausto.

La respuesta es simple: El Holocausto pasó porque los judíos vivían entre otros pueblos en lugar de en su propio territorio. Cuando diferentes grupos étnicos viven en la misma sociedad, el conflicto étnico es inevitable. Y cuando los conflictos étnicos explotan en violencia, los pueblos sin Estado son mucho más vulnerables de ser exterminados que a aquellos con patrias soberanas.

Sin embargo, nunca habrá otro Holocausto judío. ¿Por qué? Porque el Estado de Israel ahora existe, con su vasto arsenal ilícito de armas de destrucción masiva. El clon de Hitler podría ser elegido nuevo Canciller Alemán, y no habría otro Holocausto porque los judíos tienen armas nucleares y los alemanes no.

Entonces, donde quiera que los judíos evoquen la posibilidad de “otro Holocausto” para extraer otra libra de carne de nuestra moribunda raza, la respuesta más respetuosa es decirle que nosotros tenemos nuestro propio Holocausto del cual preocuparnos.

Los judíos han invertido muchísimo en promover la idea de que no hay crimen peor que el genocidio. Y cómo los blancos son efectivamente y actualmente víctimas de un genocidio, los Nacionalistas Blancos pueden usar esta propaganda para su ventaja. La lección que los judíos toman del Holocausto –estigmatizar el etnocentrismo y el nacionalismo para los blancos, pero promoverlo para los judíos- es moralmente indefendible. La verdadera lección del Holocausto es que el multiculturalismo es malo para todos, y que el etnonacionalismo es bueno para todos. Los judíos ya tienen su propia patria. [6] Los blancos necesitan comenzar a reclamar sus tierras y enviar a los no-blancos a reocupar las suyas [7]. Esto es de lo que trata el Nacionalismo Blanco.

El etnonacionalismo para todas las naciones no creará un mundo sin conflicto, pero creará un mundo sin Holocaustos. Al reemplazar a las naciones multiculturales con patrias homogéneas para todos los pueblos, el etnonacionalismo eliminará todos los conflictos étnicos entre los estados y hará imposible que las minorías sin estado sean víctimas de un genocidio. Mientras que los blancos se acercan a un estado minoritario en sus propias tierras, esta es una lección del Holocausto que podemos llevar al corazón.